FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES (Cuba/España)
Aplicación del Sistema Modular de Creación
de este escritor. Un original y dos modulaciones.
Cuentos hiperbreves inéditos.
CIINOE. ciinoe@hotmail.com
ELLA YA SE LO HA PEDIDO ANTES
Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo. Que no la bese pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces se lo ha pedido a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido antes. Se lo ha pedido por favor y se lo ha vuelto a pedir. Y ahora vuelve a ocurrir. Está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre.
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ELLA SE CONTIENE
Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo. Que no la bese pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces se lo ha pedido a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido antes. Se lo ha pedido por favor y se lo ha vuelto a pedir. Y ahora vuelve a ocurrir. Está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre. Ella se contiene. Le significa un gran esfuerzo no apartarlo. No golpearlo por la tensión misma que le genera el beso en el cuello. No golpearlo por olvidar lo que le ha pedido. No golpearlo porque no la ha creído. O porque no le importa que instintivamente no pueda soportarlo. Ella se repite que lo ama. Ella se llena de paciencia. Y ella vuelve a explicárselo hasta donde es capaz de explicarlo. Entonces él sonríe y vuelve a besarla en el cuello.
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ELLA LO MUERDE
Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo. Que no la bese pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces se lo ha pedido a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido antes. Se lo ha pedido por favor y se lo ha vuelto a pedir. Y ahora vuelve a ocurrir. Está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre. Ella se contiene. Le significa un gran esfuerzo no apartarlo. No golpearlo por la tensión misma que le genera el beso en el cuello. No golpearlo por olvidar lo que le ha pedido. No golpearlo porque no la ha creído. O porque no le importa que instintivamente no pueda soportarlo. Ella se repite que lo ama. Ella se llena de paciencia. Y ella vuelve a explicárselo hasta donde es capaz de explicarlo. Entonces él sonríe y vuelve a besarla en el cuello. Ella lo muerde en lo que él por un segundo piensa que es una respuesta amorosa. Por un segundo porque de inmediato él comprueba que es una mordida feroz, colérica, que cercena. La mordida de una dentadura que aferra. Una dentadura desesperada que aferra. Una dentadura rabiosamente ofendida que aferra.
Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo. Que no la bese pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces se lo ha pedido a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido antes. Se lo ha pedido por favor y se lo ha vuelto a pedir. Y ahora vuelve a ocurrir. Está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre.
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ELLA SE CONTIENE
Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo. Que no la bese pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces se lo ha pedido a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido antes. Se lo ha pedido por favor y se lo ha vuelto a pedir. Y ahora vuelve a ocurrir. Está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre. Ella se contiene. Le significa un gran esfuerzo no apartarlo. No golpearlo por la tensión misma que le genera el beso en el cuello. No golpearlo por olvidar lo que le ha pedido. No golpearlo porque no la ha creído. O porque no le importa que instintivamente no pueda soportarlo. Ella se repite que lo ama. Ella se llena de paciencia. Y ella vuelve a explicárselo hasta donde es capaz de explicarlo. Entonces él sonríe y vuelve a besarla en el cuello.
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ELLA LO MUERDE
Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo. Que no la bese pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces se lo ha pedido a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido antes. Se lo ha pedido por favor y se lo ha vuelto a pedir. Y ahora vuelve a ocurrir. Está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre. Ella se contiene. Le significa un gran esfuerzo no apartarlo. No golpearlo por la tensión misma que le genera el beso en el cuello. No golpearlo por olvidar lo que le ha pedido. No golpearlo porque no la ha creído. O porque no le importa que instintivamente no pueda soportarlo. Ella se repite que lo ama. Ella se llena de paciencia. Y ella vuelve a explicárselo hasta donde es capaz de explicarlo. Entonces él sonríe y vuelve a besarla en el cuello. Ella lo muerde en lo que él por un segundo piensa que es una respuesta amorosa. Por un segundo porque de inmediato él comprueba que es una mordida feroz, colérica, que cercena. La mordida de una dentadura que aferra. Una dentadura desesperada que aferra. Una dentadura rabiosamente ofendida que aferra.
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