FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
DE "LAS DEFINICIONES DEL AMOR"
El amor es la transparencia de la lealtad.
lunes, 18 de noviembre de 2013
martes, 20 de agosto de 2013
ORALIDAD Y COMUNICACIÓN NO SON SINÓNIMOS
Francisco Garzón Céspedes
Oralidad y
comunicación no son sinónimos. Y no deben ser confundidas por más que la
oralidad sea la forma suprema de la comunicación, la más completa, como tanto
he afirmado durante años. Y que la comunicación resulte indispensable a la
oralidad. La oralidad, tal y como la he definido científicamente, es un proceso
de comunicación verbal vocal gestual entre interlocutores presentes físicamente
en el mismo “aquí” y en el mismo “ahora”. Y mientras que la oralidad es siempre
comunicación, la comunicación no siempre es oral. Tener prioritariamente en
cuenta que mucho antes de que el ser humano hablara, a lo largo del desarrollo
humano, surgió la comunicación corporal (hoy erróneamente llamada “no verbal”
definiendo ilógicamente lo anterior desde lo posterior), a la que seguramente
siguió la sonora (por medio sólo de sonidos, aún sin palabras, si no es que
estos dos modos de comunicar fueron del todo simultáneos). Para ser más preciso
incluyo ahora de nuevo la definición de oralidad –y más– que escribí en el
siglo pasado: La oralidad es una imagen hablada (ser humano que está hablando) que
establece un proceso de comunicación (uno
que trasciende lo solo expresivo para ser comunicador) con uno o varios interlocutores presentes físicamente, uno enfrente del otro, en el
mismo tiempo y en el mismo espacio. La oralidad es la palabra, la voz y el gesto
vivos en comunicadora interacción interpersonal o más. Y no es únicamente la
palabra. O la palabra y la voz. Y ni siquiera es únicamente la palabra, voz y
gesto sin la interacción, de quien habla, con el otro u otros. Si no hay proceso de
comunicación no hay oralidad, de donde el hecho de que un ser humano esté
hablando, si lo hace a solas, o incluso si lo hace únicamente de manera
expresiva, no significa que está hablando oralmente (no confundir lo simple
verbal vocal gestual con todo estos recursos humanos en comunicación). El prototipo de toda la oralidad es la conversación
interpersonal. La oralidad es una forma de la comunicación, que es su
categoría. Entendiendo
comunicación desde las ciencias de la comunicación de masas, no por extensión,
y no en un sentido figurado o poético. Comunicación igual a interacción, desde
un proceso abierto, y donde el otro es un interlocutor o un público
interlocutor y no un espectador, entre otras características. Hay otros
aspectos claves, respecto a los cuáles ha podido ser caracterizada la oralidad,
que por sus aproximaciones pueden ser también confundidos, tomando a los vocablos
que los definen como sinónimos, unos que por estar en otras artes no
comunicadoras, no de la oralidad, sino de las artes en sí, de las expresivas
pueden hacer pensar que estas artes son orales cuando puede que únicamente sean
artes que por momentos se abren a zonas de comunicación o se abren a aspectos
comunicadores decisivos para las mismas o relevantes. La oralidad es, y en
necesario insistir, una forma del habla, y no de lo cantado, por más
coincidencias que existan con otras artes, como, por ejemplo, la del improvisar
con zonas de comunicación. En cuanto al teatro, el diálogo teatral entre dos o
más personajes, que no individuos, es la representación de una conversación, la
representación de un proceso de oralidad, pero no el proceso, no un proceso de
oralidad, no una conversación entre interlocutores.
jueves, 21 de febrero de 2013
UN CUENTO HIPERBREVE DE FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
ELLA, Y
ÉL Y SUS
TRES MACETEROS
Ella lo observa desde un lejano balcón. Él tiene tres maceteros de lo
mediano a lo muy pequeño en la diminuta terraza a la que siempre accede solo.
La altura es la de una sexta planta. Cada mañana, desde la calle o desde otras
terrazas, se lo puede ver inclinado contemplar los maceteros; después, hacer
reiterados ademanes como de quien arranca las malas hierbas; y, luego, como de
quien encuentra diminutas piedras y las lanza a la calle. Cada uno de los
maceteros está vacío. Ella lo observa desde un lejano balcón y lo piensa.
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