Aplicación del Sistema Modular de Creación
de este escritor. Un original y una modulación.
Cuentos hiperbreves inéditos.
CIINOE. ciinoe@hotmail.com
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DESDE ANTES SE HAN MIRADO
El hombre y la mujer caminan en sentidos diferentes y se cruzarán. Desde antes se han mirado y han fingido no haberse visto. Cuando se cruzan, ella con su mano izquierda le roza un muslo. Él con su mano izquierda le roza una cadera. Unos pasos más allá, como si algo hubieran olvidado, giran, se regresan, fingen que nada ha ocurrido. Cuando se cruzan, ella con su mano izquierda le roza una cadera. Él con su mano izquierda le roza un muslo. Unos pasos más allá, como si lo olvidado no importara, giran, se regresan, fingen que nada ha ocurrido. Cuando se cruzan están de nuevo cada uno en la dirección en que caminaban inicialmente. El hombre y la mujer no se miran. Quizás no han fingido. Quizás no se han mirado porque no se han visto. Quizás todos los roces, tan correspondientes, han sido casuales. Casuales.
DESDE ANTES SE MIRAN
El hombre y la mujer caminan en sentidos diferentes y se cruzarán. Desde antes se miran y cada uno deja constancia visual al otro de haberlo visto. Se detienen. Se quedan inmóviles en medio del río de transeúntes que forma la corriente a su alrededor. Están a entre cinco y diez pasos. Se recorren con los ojos. Se detallan. El hombre sonríe. La mujer sonríe. Son sonrisas casi imperceptibles. El hombre decide regresarse sobre sus pasos. La mujer no sigue su propio camino sino que también decide regresarse sobre sus pasos. Ahora caminan en sentidos diferentes pero no se cruzarán. Quizás no se han mirado por lo que no han podido dejarse constancia de que se han visto. Quizás el quedarse inmóvil sólo está relacionado con cada uno sin relación con el otro. Quizás no se han recorrido con los ojos ni se han detallado. Quizás nunca se han sonreído imperceptiblemente. Quizás no se regresan sobre sus pasos. No se regresan. Quizás… El hombre y la mujer caminan en sentidos diferentes y se cruzarán.
El hombre y la mujer caminan en sentidos diferentes y se cruzarán. Desde antes se han mirado y han fingido no haberse visto. Cuando se cruzan, ella con su mano izquierda le roza un muslo. Él con su mano izquierda le roza una cadera. Unos pasos más allá, como si algo hubieran olvidado, giran, se regresan, fingen que nada ha ocurrido. Cuando se cruzan, ella con su mano izquierda le roza una cadera. Él con su mano izquierda le roza un muslo. Unos pasos más allá, como si lo olvidado no importara, giran, se regresan, fingen que nada ha ocurrido. Cuando se cruzan están de nuevo cada uno en la dirección en que caminaban inicialmente. El hombre y la mujer no se miran. Quizás no han fingido. Quizás no se han mirado porque no se han visto. Quizás todos los roces, tan correspondientes, han sido casuales. Casuales.
DESDE ANTES SE MIRAN
El hombre y la mujer caminan en sentidos diferentes y se cruzarán. Desde antes se miran y cada uno deja constancia visual al otro de haberlo visto. Se detienen. Se quedan inmóviles en medio del río de transeúntes que forma la corriente a su alrededor. Están a entre cinco y diez pasos. Se recorren con los ojos. Se detallan. El hombre sonríe. La mujer sonríe. Son sonrisas casi imperceptibles. El hombre decide regresarse sobre sus pasos. La mujer no sigue su propio camino sino que también decide regresarse sobre sus pasos. Ahora caminan en sentidos diferentes pero no se cruzarán. Quizás no se han mirado por lo que no han podido dejarse constancia de que se han visto. Quizás el quedarse inmóvil sólo está relacionado con cada uno sin relación con el otro. Quizás no se han recorrido con los ojos ni se han detallado. Quizás nunca se han sonreído imperceptiblemente. Quizás no se regresan sobre sus pasos. No se regresan. Quizás… El hombre y la mujer caminan en sentidos diferentes y se cruzarán.
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