sábado, 27 de diciembre de 2008

SIETE CUENTOS DE AMOR DONDE SORPRENDEN GAVIOTAS

FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES (Cuba/España)
Siete de los cuentos hiperbreves escritos en los años setenta
y editados en Amor donde sorprenden gaviotas
(Editorial Letras Cubanas, La Habana, Cuba, 1980).
CIINOE. ciinoe@hotmail.com
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HUELLA

Cuando sobre la cuerda, tembloroso, a tanta y tanta altura, el aprendiz de equilibrista ve volar en su misma dirección la gaviota, siente, confiado, que por esa huella él va a cruzar hasta el final.


ANDAR POR EL FUEGO

¡Que no y que no! Si fuera un león o un elefante, un tigre y hasta un caballo, por supuesto que sí, sería como andar, como andar por el fuego, como andar por el fuego que es de uno", dijo el domador enfurecido. "Pero amaestrar una gaviota, eso sí que no."


DEFINE LAS GAVIOTAS

A decenas de kilómetros tierra adentro, sin memoria de alga o pez perdido, el profesor define, en una clase, las gaviotas como animales costeros, como símbolos de vida en el mar, como huellas de salitre transformado en aves; por detrás de sus hombros, una gaviota detiene el aire de las alas en la ventana.


POR PRIMERA VEZ

Ese zoólogo siempre fue un escéptico, su infarto sobrevino cuando por primera vez la gaviota decidió posarse encima de su hombro.


DUELO

El pescador vigila la gaviota, calcula la distancia de enfrentarse. Su pez mordió el anzuelo.


MALDICIÉNDOLA CAE

En el medio de la calle, sin aviso, la gaviota golpea contra su rostro. Es un desconcierto de alas que lo asaltan. El hombre pierde el equilibrio y maldiciéndola cae hacia la izquierda. En el mismo segundo, junto a su cuerpo, a sólo unos milímetros de vida, el coche pasa veloz por la derecha.


NAUFRAGIO

La gaviota mira al náufrago. El náufrago mira la gaviota. Entre los dos se halla el pez.
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