martes, 20 de agosto de 2013

ORALIDAD Y COMUNICACIÓN NO SON SINÓNIMOS

Francisco Garzón Céspedes

Oralidad y comunicación no son sinónimos. Y no deben ser confundidas por más que la oralidad sea la forma suprema de la comunicación, la más completa, como tanto he afirmado durante años. Y que la comunicación resulte indispensable a la oralidad. La oralidad, tal y como la he definido científicamente, es un proceso de comunicación verbal vocal gestual entre interlocutores presentes físicamente en el mismo “aquí” y en el mismo “ahora”. Y mientras que la oralidad es siempre comunicación, la comunicación no siempre es oral. Tener prioritariamente en cuenta que mucho antes de que el ser humano hablara, a lo largo del desarrollo humano, surgió la comunicación corporal (hoy erróneamente llamada “no verbal” definiendo ilógicamente lo anterior desde lo posterior), a la que seguramente siguió la sonora (por medio sólo de sonidos, aún sin palabras, si no es que estos dos modos de comunicar fueron del todo simultáneos). Para ser más preciso incluyo ahora de nuevo la definición de oralidad –y más– que escribí en el siglo pasado: La oralidad es una imagen hablada (ser humano que está hablando) que establece un proceso de comunicación (uno que trasciende lo solo expresivo para ser comunicador) con uno o varios interlocutores presentes físicamente, uno enfrente del otro, en el mismo tiempo y en el mismo espacio. La oralidad es la palabra, la voz y el gesto vivos en comunicadora interacción interpersonal o más. Y no es únicamente la palabra. O la palabra y la voz. Y ni siquiera es únicamente la palabra, voz y gesto sin la interacción, de quien habla, con el otro u otros. Si no hay proceso de comunicación no hay oralidad, de donde el hecho de que un ser humano esté hablando, si lo hace a solas, o incluso si lo hace únicamente de manera expresiva, no significa que está hablando oralmente (no confundir lo simple verbal vocal gestual con todo estos recursos humanos en comunicación). El prototipo de toda la oralidad es la conversación interpersonal. La oralidad es una forma de la comunicación, que es su categoría. Entendiendo comunicación desde las ciencias de la comunicación de masas, no por extensión, y no en un sentido figurado o poético. Comunicación igual a interacción, desde un proceso abierto, y donde el otro es un interlocutor o un público interlocutor y no un espectador, entre otras características. Hay otros aspectos claves, respecto a los cuáles ha podido ser caracterizada la oralidad, que por sus aproximaciones pueden ser también confundidos, tomando a los vocablos que los definen como sinónimos, unos que por estar en otras artes no comunicadoras, no de la oralidad, sino de las artes en sí, de las expresivas pueden hacer pensar que estas artes son orales cuando puede que únicamente sean artes que por momentos se abren a zonas de comunicación o se abren a aspectos comunicadores decisivos para las mismas o relevantes. La oralidad es, y en necesario insistir, una forma del habla, y no de lo cantado, por más coincidencias que existan con otras artes, como, por ejemplo, la del improvisar con zonas de comunicación. En cuanto al teatro, el diálogo teatral entre dos o más personajes, que no individuos, es la representación de una conversación, la representación de un proceso de oralidad, pero no el proceso, no un proceso de oralidad, no una conversación entre interlocutores.